Contemplar con la ayuda de las exhortaciones y las encíclicas del papa
En medio de las muchas incertidumbres que puedan generarnos las problemáticas que viven las comunidades amazónicas, a quienes nos hemos acercado a estos contextos, queriendo dar respuestas más coherentes con los llamados del evangelio; pueden asaltarnos el desánimo y la sensación de “arar en el desierto”, especialmente cuando no realizamos un proyecto colectivo o al menos, acompañados de otras personas que comparten nuestras búsquedas y preocupaciones.
La incertidumbre, al lado de nuestras inseguridades para identificar las mejores respuestas a problemas que enfrentan y han padecido por mucho tiempo los pueblos aborígenes en la Amazonia como: los extractivismos: Hidrocarburos, minerales, madera, que constituyen una de las mayores amenazas. El 15% del bioma amazónico tiene concesiones mineras y contratos para la extracción de petróleo y gas, y las áreas protegidas no son la excepción; más de 800 concesiones mineras se han otorgado en estas áreas y alrededor de 6.800 solicitudes están pendientes de respuesta. Y, esto no es todo: Después de analizar 439 áreas protegidas, se encontró que más de la mitad, se “camuflan” parcial o totalmente con concesiones mineras, y los contratos que en estas zonas podrían afectar 24 millones de hectáreas.
Sentimos, como cristianos y misioneros, hombres y mujeres laicos y laicas, religiosos y religiosas, sacerdotes y obispos, educadores y educadoras, presentes con las poblaciones en los diferentes países amazónicos, que no es posible la indiferencia, “la ceguera” o el silencio
Hay comunidades que, cansados posiblemente, de hacer resistencia, tristemente “se venden al mejor postor”, entregando sus bienes a cambio de muy poco, para quedar luego en la misma pobreza o quizá peor, por el deterioro del territorio y la pérdida de identidad y muchas veces, de su misma tierra. Otros, optan por defender su espacio, pero es algo que no toleran los poderosos y de ahí que permanentemente se tenga conocimiento del asesinato de líderes comunitarios y/o personas que tienen compromisos junto a estas comunidades.
Para todas las personas de buena voluntad, el papa Francisco se ha convertido en un referente, evangelizador, desde su palabra que es anuncio y esperanza y, a la vez denuncia valiente de las injusticias y proponente de alternativas posibles y justas.
Nos dice: “La lucha social implica una capacidad de fraternidad, un espíritu de comunión humana…se evidencia que los pueblos originarios tienen un fuerte sentido comunitario, de ahí, “el efecto desintegrador fruto del desarraigo que viven, las comunidades aborígenes, cuando son obligados a emigrar a la ciudad” … apartándose de su fuerte vida comunitaria…desde la cual viven su trabajo, el descanso, las relaciones humanas, sus ritos y celebraciones” (QAM No 20 y 21)
…” Todo está conectado, nos advierte. Por eso se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad.” (L.S 91 y 92) …” Por otra parte, cuando el corazón está auténticamente abierto a una comunión universal, nada ni nadie está excluido de esa fraternidad.
Acompañamos a nuestros hermanos y hermanas, no sin dificultades, dudas y frustraciones, pero animados por la contemplación de un Dios cercano, amoroso y compasivo. Animados por la palabra del papa Francisco que en sus escritos nos describe, no solo doctrinas sobre el deber ser de las cosas, sino, con base a realidades, de las que vive bien informado y las maneras acertadas de acercamiento a las mismas.
“El diálogo, Nos orienta Francisco, no solamente debe privilegiar la opción preferencial por la defensa de los pobres, marginados y excluidos, sino que los respeta como protagonistas” (QA No 27)
Felizmente nace Reiba como una red de educación intercultural y bilingüe para hacer presencia en la Amazonia recogiendo experiencias educativas, para fortalecer la educación entre niños y adolescentes también pobladores y pobladoras en estos territorios.
Termino mi reflexión-contemplación participando, desde mi qué hacer en REIBA, con el sueño social del papa francisco, escrito en el número 8 de su Exhortación apostólica “Querida Amazonia”
“Nuestro sueño es el de una Amazonia que integre y promueva a todos sus habitantes para que puedan consolidar un “buen vivir”. Pero hace falta un grito profético y una ardua tarea por los más pobres. Porque, si bien la Amazonia enfrenta un desastre ecológico, cabe destacar que «un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres» No nos sirve un conservacionismo «que se preocupa del bioma, pero ignora a los pueblos amazónicos”
Fraternalmente
Tiberio Giraldo
Hermano Marista
Coordinador de REIBA local Silvayacu, Ecuador