Fuente: Vatican News (vaticannews.va)

*Este artículo ha sido traducido al español. El original fue escrito en portugués y está enlazado más abajo. 

Del 2 al 4 de julio, en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en el Vaticano, se celebra el encuentro internacional de la «Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral», con representantes de América Latina, América del Norte, África, Asia, Oceanía y Europa.

La «Alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral», una red de redes de diferentes biomas y regiones del mundo, está celebrando su reunión de discernimiento y reflexión para fortalecer su identidad, vocación y misión, con el acompañamiento del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, en el Palacio de San Calisto, en el Vaticano, del 2 al 4 de julio.

Cuarenta y cinco representantes de siete biomas del mundo participan en el evento, incluidos algunos donde se establecieron Redes Eclesiales de Ecología Integral: Amazonia (REPAM), Mesoamérica (REMAM), Acuífero Guaraní y Gran Chacho (REGCHAG), Cuenca del Congo (REBAC), Asia Pacífico y Oceanía (RAOEN), y redes de Europa, Canadá

El cardenal Michael Czerny, alcalde del Dicasterio, subraya que este encuentro quiere «demostrar que hay nuevas formas de afrontar los retos de la ecología integral en varias partes del mundo, sin querer homogeneizarla, hacerla igual en todas partes o institucionalizarla». En este momento, «estamos juntos para escuchar, intercambiar, rezar y poder continuar este camino juntos, en esta alianza de Redes Eclesiales para la Ecología Integral, fortaleciendo una colaboración y una reflexión más profundas».

Por la Ecología Integral

Para Mauricio López, coordinador de esta alianza de Redes Eclesiales Territoriales, este es un momento histórico para el proceso que comenzó en el encuentro fundacional de la alianza, en marzo de 2019 en Washington, «en torno a las reflexiones del Sínodo de la Amazonía sobre la ecología integral, el acompañamiento de los pueblos indígenas y los nuevos caminos para la Iglesia».

En los últimos años, se han celebrado varias reuniones virtuales, debido a las limitaciones impuestas por la pandemia, y muchas actividades conjuntas de incidencia en foros como las COP y contribuyendo al actual proceso sinodal de la Iglesia, hasta llegar a este importante encuentro presencial que reúne todo este camino para seguir avanzando.

«Este encuentro presencial busca reunir el camino que experimentamos, los diferentes procesos de las redes y plataformas, algunos más consolidados, otros en construcción y otros que aún no han comenzado, para definir juntos a dónde queremos llegar, cómo respondemos a lo que el Papa nos está pidiendo y estar en constante diálogo con este Dicasterio (para el Servicio de Desarrollo Humano Integral)», afirma López.

Este encuentro, donde se siente mucha esperanza, a partir de las voces de los pueblos originarios, de los agentes pastorales del territorio y de las organizaciones eclesiales, se está llevando a cabo en una actitud de discernimiento y reflexión para avanzar en la consolidación de la identidad, la vocación y la misión de esta Alianza de Redes.

Alianza con los pueblos indígenas

El liderazgo indígena de la Amazonía, Marcivana Sataré Mawé, afirma que «la Iglesia en el mundo ha sido una gran aliada de los pueblos originarios, promoviendo la discusión internacional sobre esta realidad». Para ella, «el Papa Francisco ha sido un gran promotor de las causas indígenas en el mundo, demostrado por nuestra presencia aquí para ese trabajo en red en defensa de la Madre Tierra».

Este encuentro de las Redes Eclesiales para la Ecología Integral, representado por la diversidad de voces de pueblos indígenas, laicos, religiosos y religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales presentes, expresa la importancia de que la Iglesia integre el tema de la Ecología Integral en su acción pastoral y para el futuro del planeta.

En varias intervenciones, el Papa Francisco fue recordado en su encíclica «Laudato Si», fuente de inspiración para el trabajo de las redes, donde reconoce que «todo está interconectado» (LS 137), exigiendo acciones interconectadas para el cuidado de la Casa Común y de las personas que viven en ella.